sábado, 11 de octubre de 2014
Mi vida ahora
Puedes sentir que no vas a ningún lado. Y por eso te encierras en cierta coraza, como tus ojos los cercas con un sombreado. Llegas a un nuevo hogar donde eres una extraña. Como si en tu interior habitara un campo de batalla de talante apocalíptico. Hasta que comienzas a entrever la luz, y la brecha en otro rostro que te ilumina. Pero el apocalipsis que llevabas en tu interior se hace exterior. Unas fuerzas extranjeras sin nombre invaden el país, y ese Edén que parecía inmune en su aparente aislamiento se ve alterado, trastornado. Y te separan de aquella luz. Una luz que intentarás de nuevo recuperar. Iniciarás una odisea, un retorno a aquel hogar y Edén manchado y herido para reencontrar lo que ya iluminaba tu vida. Una odisea para confrontarte con toda herida que habita en la luz para que esta sea real, no un mero sueño en el que te crees inmune. Aislarte te hace sentir que puedes protegerte de heridas. Abrirte duele pero te hace sentir la proximidad de la vida. 'Mi vida ahora' (2013), de Kevin MacDonald quizá no logra despegar del todo, como si se quedara en esbozo, ni desplegar las aristas que vibran en su fábula, pero, sobre todo, en su segunda parte, durante el trance de la odisea para regresar a casa de la protagonista (Saoirse Ronan), en un entorno hostil en el que pende la amenaza de ese ejercito extranjero que ha ocupado Inglaterra, no carece de intensos y descarnados momentos de cariz siniestro, doliente. Fulgores puntuales que animan una película que tarda demasiado en desperezarse.
Hermosa banda sonora de Jon Hopkins
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