William Friedkin ilustra graficamente a Linda Blair como replicar a un sacerdote que quiere convertirte en una chica modosa que no vomita ni pone voz de Mercedes MacCambridge, durante el rodaje de 'El exorcista' (1974). Si, tiene sus momentos turbadores, brillantes, y un trio de actores masculinos, Cobb, Miller y Von Sydow, impecables. Pero me parece también un tanto sobrevalorada, o sea, irregular, o cojitronca. Particularmente, de esta serie de duelos de exorcizadores con sotana o sin ella con criaturas posesivas como los celosos me quedo con la que realizó Paul Schrader, 'El exorcista, el comienzo' (2005), o la de Scott Derrickson, 'El exorcismo de Emily Rose' (2005)
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