Joan Crawford es 'guillotinada' con unas grandes tijeras por Gibson Gowland durante el rodaje de 'Rose Marie' (1928), de Lucien Hubbard, película perdida. El actor británico interpretó sobre todo a villanos. El cenit de su carrera sería su protagonista en 'Avaricia' (1924), de Erich Von Stroheim, con quien ya había trabajado en 'Blind husbands' (1919), Intervino también en 'El fantasma de la opera' (1925), de Rupert Julian o 'El puerto infernal' (1939), de Henry King. Desde 1939 a 1945 sus interpretaciones no estarían acreditadas (como ya lo sería su intervención como conductor cabreado en 'Amanecer', 1927, de Friedrich Murnau).
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