martes, 18 de septiembre de 2012
John Cazale, el príncipe fugaz
John Cazale sólo actuó en cinco películas, ya que falleció a causa de un cander de hígado, a los 42 años, en 1978. Pero qué cinco películas. 'El padrino' (1972), 'El padrino II' (1974), 'La conversación' (1974), las tres de Francis Coppola,
'Tarde de perros' (1975), de Sidney Lumet y 'El cazador' (1978), de Michael Cimino. ¿Cuántos actores o actrices disponen de tal filmografía en la que la proporción de grandes obras sea la que prime? Pero además hay que resaltar su singular talento actoral, que creó memorables personajes, empezando por su Fredo Corleone, esa quebradiza figura que parece todo hueso, cual vampiro consumido y exangue, o príncipe destronado que hace sentir los temblores de quien vive a ras de suelo, esa vulnerabilidad, inconstancia y maleabilidad, que deja atrás y de lado su hermano Michael (Al Pacino), y que le amargará de por vida tras decidir acabar con su vida. Sidney Lumet dijo de él que 'emanaba de él una tremenda tristeza. No sé de dónde provenía. No creo en meterme en la intimidad de aquellos con quienes trabajo, o meterme en sus cabezas. Pero cielos, estaba ahí, en cada plano de él. Y no sólo en mi película, también en 'El padrino'. Y en 'La conversación' diría también, contrastando con la rigida firmeza y cerrazón del personaje que encarna Gene Hackman, como si encarnara la herida de su vulnerabilidad que éste no quiere ver en sí mismo. Cazale y Pacino eran grandes amigos. Ambos debutaron juntos en 'El padrino'. Habían compartido piso, y habían trabajado juntos en el teatro. Fue él quien propuso a Lumet que lo contratara para que interpretara al cómplice de su personaje, aunque Lumet pensara que no encajaba para nada en el papel, empezando por su edad. Pero tras hacerle la prueba cambió radicalmente de opinión. Pacino dijo que todo lo que anhelaba era trabajar con John el resto de su vida, era su cómplice, su 'media naranja' actoral. También Pacino comentaba su admiración por la devoción de Meryl Streep,con quien Cazale mantuvo relación los dos últimos años de su vida. Fue ella quien propuso a Cimino y De Niro que le contrataran para 'El cazador' pese a que ya se le había diagnosticado el cáncer. Pese a las reticencias de los productores, director y actor se mantuvieron firmes en su decisión y apoyo. De Niro incluso pagó su seguro. Cimino rodó primero las secuencias en las que salía su personaje. Cazale fallecería antes de que se estrenara la película. Como muestra de su talento, una anécdota del rodaje de 'Tarde de perros', relatada por Lumet: "Cuando en una escena Al le preguntaba '´¿Hay algún país al que quisieras ir?, Cazale improvisó su respuesta, tras pensarselo un rato: 'Wyoming'. Para mí fue la más divertida, y la más triste frase de toda la película. Y mi favorita, porque en el guión se suponía que él no contestaba nada. Casi arruiné la toma porque empecé a reir a carcajadas...Pero fue una brillante, brillante, improvisación".
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