viernes, 4 de mayo de 2012
Lew Ayres, el estigma del objetor de conciencia
Lew Ayres, que había protagonizado en 1930 una de las más memorables obras antibelicistas, 'Sin novedad en el frente' de Lewis Milestone, no se arredró en declararse objetor de conciencia cuando Estados Unidos entró en guerra en 1941, negándose a usar armas. Fue publicamente calificado como cobarde, y el Estudio en el que estaba bajo contrato, la MGM, se lo anuló. Al acabar la guerra muchos fueron conscientes de su suma cretinez al tener constancia de la entregada dedicación durante tres años y medios como parte del Cuerpo médico y asistente de capellán, que le reportaron tres medallas. Cómo no iba a encarnar lo cabal en aquella memorable figura del vicepresidente en la excelsa 'Tempestad sobre Washington' (1962), de Otto Preminger.
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