Charles Chaplin y el director de fotografía Rollie Totheroh, durante el rodaje de 'Monsieur Verdoux' (1947), una tan perversa como incisiva obra que fluctua entre drama y comedia, dejando en evidencia las inconsistencias de una sociedad estructurada sobre las inconsecuencias ( y que no está de más recordar hoy cuando se producen nuevas aberrantes decisiones de la -supuesta- justicia como la inhabilitación a Garzon). Tras realizar esta obra Chaplin ya se puso en centro del remolino de acusaciones diversas sobre su presunto comunismo por atacar y cuestionar los 'valores de la democracia y del país en que vivía', y optó por emigrar a Inglaterra.
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