viernes, 2 de diciembre de 2011
Plácidas pausas de rodaje: John Ford y Ward Bond, original y réplica. El arte del flashback fordiano
Tanto monta Ward Bond como John Ford, sobre todo en 'Escrito en el cielo' (The Wings of eagles, 1957), en la que primero, con la correspondiente circunspecta ironía del cineasta encarna al segundo (con el westerniano apellido de John Dodge), en este bello tributo a Spig Wead, aviador reconvertido en guionista tras quedar impedido, autor del guión de otra tan magnifica película de Ford, 'No eramos imprescindibles' (They were expendable). En otras numerosas virtudes, de nuevo reseñar la admirable capacidad de Ford en la elaboración expresiva de los flashbacks, contrastando emocionalmente (en este caso evocación de la felicidad con su esposa e hijas) con el presente. Recuérdese el estructural de la magna 'Qué verde era mi valle' o el también puntual, y siniestramente expresionista, de 'El hombre tranquilo', o la conjugación de ironía y funcionalidad ( para dinamizar el relato con nuevos meandros narrativos) en 'Centauro del desierto' a través de la lectura de las cartas. O el revelador, con elocuente transición a través de humo de quién mató realmente a Liberty Valance (otro ángulo, que transfigura la perspectiva del relato, o su fundación de sentido, cómo las leyendas (convenientes) reifican, abandonando en la periferia o fuera de campo del relato fundado (Historia), cual humo, las espinas y heridas de la verdad).
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