Michelangelo Antonioni 'ajustando' el peinado de Monica Vitti, ante la atenta mirada de Lea Massari durante el rodaje de 'La aventura' (1960), una de sus grandes obras, en la que el tiempo también se hace espacio para crear otra fisura, la de que es una intemperie, una incapacidad de habitarse, o de habitar esa escurridiza figura abstracta que es el sentimiento, que define a la criatura humana desde tiempos preteritos, angostada en sus interrogaciones, como revela esa ánfora, de una ciudad sumergida, que descubren en la isla donde ha desaparecido el personaje de Lea Massari, Anna. Personajes como Islas pedregosas en las que el otro nunca 'aparece', porque quizás tampoco se le sabe ver.
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