sábado, 5 de junio de 2010
Billy Wilder y la censura vive al lado
Billy Wilder entre fotogramas de alguna de sus película. Quizás buscando aquellos que no aparecieron en la famosa secuencia de 'La tentación vive arriba' (1955), aquella que se convirtió en todo un icono: la de Marilyn Monroe con la falda levantada por el paso del metro. Se puede hacer con esa imagen lo que hizo Eastwood con la bandera en Iwo Jima, desentrañar lo que hay tras esa imagen. En primer lugar, es irónico que esa imagen se convirtiera en un icono sexual cuando durante el rodaje estuvieron controlados por un par de representantes de la 'corrección', de la censura y de organizaciones católica para suavizar o suprimir cierta palabras poco 'pudorosas' según ellos. Como las presiones que sufrieron para evitar en lo máximo posible la idea de la infidelidad. Por su parte Marilyn sufrió la presión de su celoso marido, Joe Dimaggio, con el que acababa de casarse. Por ejemplo, no llevó nada bien que en la citada escena de la falda levantada se le vieran las bragas (debieron ponerle dos bragas para que no se transparentara demasiado), y más considerando que la estaban rodando en plena calle, y rodeado de una multitud tendente a manifestar su entusiasmo de modo vocifarente (luego, esa secuencia tuvo que rodarse de nuevo, y en decorados de estudio). Por lo que parece, Di Maggio, cuya mentalidad pleistocénica consideraba que la esposa debe ser una mera ama de hogar, no soportaba ni esas situaciones ni la circunstancia del trabajo de su esposa y de su condición de mujer admirada. El matrimonio duró menos que el rodaje.
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