lunes, 2 de noviembre de 2009
Esplendor en la hierba
Cómo se hacen palpables en 'Esplendor en la hierba' los cambios del escenario de la vida por el paso del tiempo. O cómo sentimos éste por cómo varía nuestra forma de habitar la vida. Lo que fue ya no es, pero aún permanecen los rescoldos. La adolescente que agarraba feliz la mano de su amado en los pasillos del colegio aún late en la que mira, años después, al hijo de éste como el que pudiera haber sido el suyo.
La hermosa 'Esplendor en la hierba' (1961), de Elia Kazan, con una magnífica Natalie Wood y Warren Beatty, te empapa con emociones y sensaciones a flor de piel, te hace sentir el paso del tiempo como desgarro, en parte por la consciencia de esas decisiones que no se tomaron en el momento preciso, mezcla de imposición e indeterminación, y que tiempo después contemplas como lo que hubiera podido ser. En pocos obras he podido sentir la física consciencia de cómo pasa el tiempo, y de cómo esa consciencia proviene de lo que uno fue y ya no es, de lo que hizo y no es recuperable porque tomó otras sendas, pero sigue acompañándote en tus entrañas. El final, el reencuentro de ambos, es de lo más bello que ha dado el cine.
No hay comentarios:
Publicar un comentario