domingo, 1 de noviembre de 2009
El manantial
El manantial de la integridad. Howard es un creador, un arquitecto, firme en sus convicciones de que lo fundamental es la obra que se crea, no la fama ni el prestigio ni el dinero. Es un visionario además, sus creaciones rompen los patrones establecidos, aquellos que conforman los parasitos que aprovechan de su posición de poder justificándose en el gusto colectivo. Por eso, Howard no hace concesiones para ser uno más, no deja que le anulen, perseverante en su sueño, que es su integridad, el realizar su obra. Prefiere ser obrero antes que ceder a que desnaturalicen su creación, y no le importa ceder la fama y los dispendios a otro arquitecto si así puede hacerse su obra. Su coraje le enfrenta a todos los intentos por anularle y menoscabarle. Es lo que ha pasado desde el principio de los tiempos con los que tienen una visión diferente.
'El manantial' (1949) de King Vidor, con Gary Cooper, Patricia Neal y Raymond Massey, es una obra adelantada a su tiempo, o una obra que en su discurso no dejará de tener su actualidad por ese conflicto entre el creador al que le importa su obra, y aquellos a los que le importa el nombre, y cómo la sociedad machaca o exilia al diferente. Más allá de esto, está la poderosa sensualidad, de emociones desgarradas entre Howard y la mujer que nos es presentada lanzando al vacio una estatua de un dios griego porque piensa que la belleza y la grandeza no tienen sitio en este mundo. O no dejarán que lo tengan. Además, la visión inclemente la prensa, la mediatización de los gustos y opiniones de una masa sugestionable y manipulable.Una gran obra maestra de uno de los más grandes directores.
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