miércoles, 23 de julio de 2014

Revisión de L'Apollonide,de Bertrand Bonello. Una sesión en grupo en la Filmoteca


Qué satisfacción gozar del entusiasmo de quienes ayer descubrieron 'L'apollonide' (2010), de Bertrand Bonello. Ya era todo un logro el conseguir interesar a 28 personas para asistir a la proyección en la Filmoteca de una obra que pasó muy desapercibida cuando se estrenó. Viéndola por segunda vez, aún me conmocionó más profundamente. Su bella narración musical a la deriva hace de una herida poesía. Su insondable tristeza es la del cautiverio. No sólo es el cautiverio de las prostitutas que aún persiste en nuestros días, en otras formas aún más degradadas, sino el de la mujer entre los barrotes de la su condición de representación, pero también el de toda dedicación que implica venderse, mientras se sueña con la liberación, y sólo parece que se pueda recurrir a las fugas de los paraísos artificiales. Por eso, es la misma actriz que intenta encontrar en el opio una evasión que mitigue el dolor de la lucidez la que encarna a otra prostituta en la calle un siglo después. 'Y si no ardemos, ¿quién iluminará la noche?' escribió Michaux, y expresa una de las protagonistas en las secuencias finales. Hermosa es también la música que compone el propio Bonello, e imponentes los títulos de crédito en cuyo diseño creativo también colaboró al son de 'The right to love you' de The mighty Hannibal.

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