lunes, 8 de abril de 2013
Aventuras y desventuras para no olvidar en el pase de prensa de una película que no se puede aún comentar, Oblivion
Aún sorprendido de que no me hayan descubierto como androide inflitrado dadas las meticulosas medidas de seguridad para el pase de prensa de 'Oblivion' (2013), de Joseph Kosinski. Como no se permite hacer el mínimo comentario crítico de la película hasta dentro de dos días, comentaré aspectos períféricos de la experiencia (de celuloide), aunque aviso que no hay tampoco comentario alguno de obituario de celebridad.
1. Nos llevaban en autobús hasta el Imax de Parquesur en Leganés. Pero he dado quince mil doce vueltas alrededor de la estación de tren de Atocha hasta dar con el susodicho autobús, dejando un reguero de alveolos por el camino. Me sentía Tom Crunch en proceso de espasmódica agitación en 'Minority report'. He visualizado que lo perdía, pero la perseverancia ha dado sus frutos (aunque mi precognición no hay estado muy afinada).
2. Para aquellos que pensaban que por estar tan acostumbrado a degustar mis películas (muchas de ellas, oh, por Tutatis, descargadas) en mi portatil sufriría algún tipo de oclusión neuronal u otro tipo de efectos de implosión como cuando experimentas la atmósfera cero, he de decir que mi primera experiencia Imax no ha conllevado percance alguna y la he degustado gratamente. Si, obviedad de las obviedades, siempre se disfrutará más ante una gran pantalla, y cuanto más grande mejor, pero el gozo sigue siendo superlativo ante mi portatil y con mis cascos viendo los dvds o las películas descargadas (en óptimas condiciones de sonido e imagen).
3. Hay críticos en estos eventos que tienden a hablar muy alto, como si fueran megáfonos (fenómeno a estudiar, aunque probablemente irrelevante, consecuencia de mi falta de hábit de asistencia a cines masificados, en especial los de centros comerdiales: tachar observación).
4. Uno de estos citados arriba salió con lágrimas en los ojos por cómo había sido maltrattado James Bond en 'Quantum for solace' (Yo en cambio salí como si hubiera estado en un spa alquímico: diferencias extremas de experimentación fílmica).
5. Una de las dos actrices protagonistas es la británica Andrea Riseborough, que recientemente protagonizó 'Shadow dancer' (2012), de James Marsh, aún sin estrenarse por estos lares que coprotagonizan Clive Owen y Aiden Gillen. Interpreta a una activista del IRA, captura por el Mi5 que la utilizan de informante. Refinada factura visual, como la de las recientes producciones británicas televisvas, pero falta de la mordiente y potencia dramática de estas, Aunque, sin duda, interesante. Y así he podido comentar alguna película.
6. Al llegar a casa me he apercibido de que por primera vez en mi vida me olvidé de poner sellos en unas cartas que envié, y que obviamente me han devuelto. Debe quedar ya una única neurona superviviente en mi cerebro.
7. Y eso es todo amigos (bueno todo no, pero me tengo que morder la lengua y contar en números primos hasta que me olvide de mí mismo).
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