domingo, 9 de septiembre de 2012
Mis 20 musicales predilectos
1. On connait la chanson, (Alain Resnais, 1997)
2. Ha nacido una estrella (George Cukor, 1954)
3. Las zapatillas rojas (Powell & Pressburger, 1948)
4. Melodías de Broadway 1955 (Vincente Minelli, 1953)
5. Siempre hace buen tiempo (Kelly &Donen, 1955)
Ciertamente, no puedo decir que haya sido muy entusiasta del género musical, aunque con el paso del tiempo sea más moderado ese desencuentro. Recuerdo que me resultaba, en general, un tanto exasperante la interrupción de la continuidad dramática que suponían los números musicales, como un, valga la paradoja, perder el paso dramático. O aunque la música pudiera ser de mi agrado, o cuando menos de algunas de las canciones o de las coreografías, los entramados dramatúrgicos, los conflictos o la caracterización de los personajes me parecían de escaso o limitado interés. Es lo que me pasa con ‘Siete novias para siete hermanos’ (1954), de Donen, o ‘Un día en Nueva York’ (1949), de Donen & Kelly en los que hay números musicales que me entusiasman, pero en líneas generales o me resulta vacua (cuando no irritantes sus clichés) su entraña dramática o demasiado liviana, burbujas que pronto se olvidan, sin dejar calado. Es algo que también he sentido con algunas obras que años atrás me resultaban más sugestivas, como ‘Un americano en París’ (1951), de Minelli, ‘Les girls’ (1957) de Cukor o ‘Empieza el espectáculo’ (1979), de Fosse. Aún algunos números me siguen fascinando, pero el conjunto de la obra se me ha desinflado. No sólo el musical estadounidense puede resultar indigesto por transitar los más rancios estereotipos o maniqueísmos (recuerdo con pavor, ‘Una cara con ángel’ de Donen). Igual de cargantes me parecieron ‘Las chicas de Rochefort’ (1967), de Demy o ¡Qué noche la de aquel día! (1966), de Lester.
6. Y la nave va (Federico Fellini, 1983)
7. La opera de cuatro cuartos (George Wilhelm Pabst, 1931)
8. Cantando bajo la lluvia (Donen & Kelly, 1952)
‘On connait la chanson’ (1997), conjuga admirablemente el revigorizante y propulsador vitalismo con la densidad de un planteamiento que armoniza en su sutil subtexto la emoción y la música. Si no sabemos tocar una, desafinará la otra, como si nos quedáramos paralizados ante la medusa. He seleccionado catorce musicales con los que siento, de un modo más intenso, esa propulsión celebrativa y exultante, o en las que me resultan más sugestivamente dramático ese cambio de paso narrativo, esa otro curso expresivo, como un afluente que se separa provisionalmente para retornar a la corriente central, ampliándola y enriqueciéndola. Ese que refulge en el número ‘Dancing in the dark’ de ‘Melodías de Broadway’ (1955), en el que interpreta en el hogar Judy Garland para animar a James Mason ( en el que es más conmovedora aún la coreografía de gestos de quien escucha conmovido, Mason), en el concierto con cristales en ‘E la nave va’, en la catarsis emocional que se hace luz de ‘Corazonada’, en el baile de Kelly bajo la lluvia o el ‘Make em laugh’ de O’Connor en ‘Cantando bajo la lluvia, en el ‘Mack the knife’ de la obra de Pabst, en la coreografía con las tapas de los cubos de basura o el irónico número musical mental al son de El Danubio Azul de ‘Siempre hace buen tiempo’ o en ese soberano y largo bloque de la representación de ‘Las zapatillas rojas’ .
Y aparte, cinco estupendas obras centradas en músicos, o en las que la música suele corresponder a la que interpretan en conciertos, generalmente. Biopics que pueden parecer más ortodoxos, como los de Mann o Eastwood, pero no lo son tanto (una hace de la música la biografiada, la hace narración y su fluir es el protagonista, y la otra se sumerge en las tinieblas del que sangra música, sombras en las que fluye, también, con una calidez acongojante la obra de Tavernier), y la excepcional heterodoxia de las dos obras de Haynes. Con el añadido de esa singular obra que es ‘Kansas city’ (1993), en la que la música de jazz que interpretan diegéticamente es como el coro que puntúa la trágica historia.
9. Corazonada (Francis Coppola, 1982)
10. West side story (Wise & Robbins, 1961)
11. My fair lady (George Cukor, 1964)
12. Bodas reales (Stanley Donen, 1951)
13. Chicago (Rob Marshall, 2002)
14. Brigadoon (Vincente Minelli, 1954)
1 I’m not there (Todd Haynes, 2007)
2 Velvet Goldmine (Todd Haynes, 1998)
3 Bird (Clint Eastwood, 1988)
4 Round midnight (Bertrand Tavernier, 1986)
5 Musica y lágrimas (Anthony Mann, 1955)
6 Kansas city (Robert Altman, 1996)
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