domingo, 8 de julio de 2012
Elmer Bernstein - El hombre de Alcatraz
Un lirismo de intensidad queda, con 'silenciador', el de la música de Elmer Bernstein para los títulos de crédito de 'El hombre de Alcatraz', culminada, sacudida, con un ráfaga cual impetuoso oleaje, como se trama la emoción en la excelente obra de Frankenheimer, delicadeza de lirismo contenido, subterráneo de emociones convulsas que culminan en ese fantasmagórico motín carcelario ( y uno se apercibe que ha estado viendo una película de espectros en un castillo gótico con apariencia de prisión en la que los cuerpos, las emociones, son 'secuestradas', y hay que forcejear con uno mismo, además de con esas 'celdas mentales', para recuperar o encontrar la capacidad de emocionarse, de sentir y dar la vida, en vez de 'encerrarla' ).
No hay comentarios:
Publicar un comentario