martes, 8 de noviembre de 2011

En rodaje: Sidney Lumet y Albert Finney

Photobucket
Sidney Lumet y Albert Finney ríen vivazmente durante el rodaje de la sobrecogedora 'Antes de que el diablo sepa que has muerto' (Before devil knows you're dead, 2007), una radiografía implacable, sin concesiones, como un punzón de hielo, sin jamás levantar la voz ni énfasis alguno, sobre las entrañas degradadas de esta sociedad que se sigue vendiendo como paraíso y no es sino un vano espejismo, y a la vez un esquinado campo de batalla que no deja de causar muchas bajas silenciosas. Las circunstancias presentes, resquebrajadas, tenían su raiz en aquello que representa la sociedad de la opulencia, que cria seres insatisfechos, porque no tienen o no les es suficiente lo que tienen. Los mismos hermanos son dos extremos emblemáticos de aquellos que quieren acceder a su trozo de cielo. Andy (Philip Seymour Hoffman) es el ejemplo del ensimismado ( nos es presentado mirandose al espejo) y derrochador, del que quiere disponer de más, aunque disfrute de ingresos más que generosos. Hank (Ethan Hawke), en cambio, es el que está atrapado en las carencias, preso de deudas, aquel que es calificado de ‘perdedor’ porque no logra levantar el vuelo, sin saber cómo salir de la prisión de adversidades y precariedades en la que se ha constituido la ‘habitación’ de su vida. Y, , poco a poco, en la narración, como quien va escarbando las capas de la cebolla, va cobrando relevancia la figura del padre (Albert Finney), joyero, como raiz y condición fundamental de los espejos en los que se miran los hijos, todo un creador de fatales espejismos

2 comentarios:

  1. Mientras estaba en el cine, me metí bien en la trama, no miré el reloj, parecía enganchada, coincido con el análisis que haces de las personalidades de los hijos, pero no sé por qué, al terminar, tuve la sensación de que no me había gustado :-/.

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar