El momento más intenso y cautivador, aparte del bello plano final, de la estimable 'Once' (2006), de John Carney, es cuando Glen Hansard canta esta extraordinaria canción.
Sin duda una espléndida película que en su aparente sencillez formal esconde muchos más valores que la mayoría de producciones multimillonarias. Y lo mejor es que este cineasta nos ha regalado otra entrañable obra en su salto a Hollywood, sin perder esa frescura que le caracteriza, algo que no suele ser habitual pues las productoras suelen destrozar a muchos nuevos talentos. Es una lástima que óperas primas del valor de Shesh Peamim (Six Acts) 2012 o Una casa en Córcega 2011, pasen desapercibidas, pese a sus enormes valores de fondo mostrados con una extremada sencillez formal y, por el contrario, le demos tanto bombo y platillo a ciertos trabajos norteamericanos que son meros juegos de artificio. Parece que es el cine que se valora hoy. Un saludo
Sin duda una espléndida película que en su aparente sencillez formal esconde muchos más valores que la mayoría de producciones multimillonarias. Y lo mejor es que este cineasta nos ha regalado otra entrañable obra en su salto a Hollywood, sin perder esa frescura que le caracteriza, algo que no suele ser habitual pues las productoras suelen destrozar a muchos nuevos talentos. Es una lástima que óperas primas del valor de Shesh Peamim (Six Acts) 2012 o Una casa en Córcega 2011, pasen desapercibidas, pese a sus enormes valores de fondo mostrados con una extremada sencillez formal y, por el contrario, le demos tanto bombo y platillo a ciertos trabajos norteamericanos que son meros juegos de artificio. Parece que es el cine que se valora hoy. Un saludo
Sin duda una espléndida película que en su aparente sencillez formal esconde muchos más valores que la mayoría de producciones multimillonarias. Y lo mejor es que este cineasta nos ha regalado otra entrañable obra en su salto a Hollywood, sin perder esa frescura que le caracteriza, algo que no suele ser habitual pues las productoras suelen destrozar a muchos nuevos talentos. Es una lástima que óperas primas del valor de Shesh Peamim (Six Acts) 2012 o Una casa en Córcega 2011, pasen desapercibidas, pese a sus enormes valores de fondo mostrados con una extremada sencillez formal y, por el contrario, le demos tanto bombo y platillo a ciertos trabajos norteamericanos que son meros juegos de artificio. Parece que es el cine que se valora hoy. Un saludo
ResponderEliminarSin duda una espléndida película que en su aparente sencillez formal esconde muchos más valores que la mayoría de producciones multimillonarias. Y lo mejor es que este cineasta nos ha regalado otra entrañable obra en su salto a Hollywood, sin perder esa frescura que le caracteriza, algo que no suele ser habitual pues las productoras suelen destrozar a muchos nuevos talentos. Es una lástima que óperas primas del valor de Shesh Peamim (Six Acts) 2012 o Una casa en Córcega 2011, pasen desapercibidas, pese a sus enormes valores de fondo mostrados con una extremada sencillez formal y, por el contrario, le demos tanto bombo y platillo a ciertos trabajos norteamericanos que son meros juegos de artificio. Parece que es el cine que se valora hoy. Un saludo
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