miércoles, 16 de febrero de 2011

Retorno al pasado

Photobucket
Trabajar en una gasolinera en el camino puede ser un símbolo de incendios contenidos, o posibles. Quizás la huella de un reguero que te persigue y que te prenderá con una llama por mucho que quieras evitarlo. O quizás lo esperes, como destino inevitable, como El sueco en 'Forajidos' (1946), de Robert Siodmak, que ya espectro esperaba la muerte anunciada, pues ya carecía de ilusión. Para Bailey (Robert Mitchum), en Retorno al pasado (1947), de Jacques Tourneur, es el encuentro con un incendio pendiente, ante el que se rebeló. Son extraños los hilos del destino. Una grua tras un personaje, Joe (Paul Valentine), anuncia cómo su muerte tendrá lugar cuando el sedal de una caña lo lance al vacio ( como si mirar atrás, al pasado, y reconocer a Bailey en la gasolinera, convirtiera en piedra su futuro). Una mujer, Kathie(Jane Greer), que huye porque no se pliega ante quien la golpea, Sterling (Kirk Douglas),asume que debe volver al tablero de juego y luchar por la supervivencia caiga quien caiga. Los hombres luchan en las sombras, y ella dispara sobre ellas. Su tocado final, que la asemeja a una monja, es como el símbolo de que nada impedirá que logre sus aspiraciones, como si fuera un dogma de fe irrebatible.
Photobucket
Mujeres y hombres fatales atrapados en una red de manipulaciones y codicia. Si un arroyuelo simboliza la distancia entre dos enamorados, Bailey y Ann (Virginia Huston), a los que será vedado un futuro, La lámpara que se cae, cuando el viento de una tormenta abre de golpe una puerta mientras dos amantes, Bailey y Kathie, se entregan a su fatal pasión, es el signo de que no quedará luz, sólo para aquellos que saben que su mudez es la tabla de salvación fuera de ese mortal tablero de juego. Como las redes de los barcos de pesca que acompañan otra noche de amor, cuando debaten las estrategias que desprenda al pasado de su futuro, señalizan ese juego, que será pulso, en el que el sentimiento verdadero perderá sobre la pulsión de poder. O qué fácil es ver lo que no hay, o lo que no puede ser.


'Retorno al pasado' (Out of the past, 1947), de Jacques Tourneur, me parece la obra cumbre del film noir. Inolvidables son las sombras que esculpe Nicholas Musuraca con esa hechizante fotografía que es un viaje a las tinieblas. Daniel Mainwaring, bajo el seudonimo de Geoffrey Homes, adapta su propia novela, 'Build my hallows high'. Mitchum interpretó su primer papel protagonista tras que éste hubiera sido ofrecido previamente a John Garfield y Dick Powell.

No hay comentarios:

Publicar un comentario