Steven Spielberg y Susan Blacklinie durante el rodaje de la secuencia inicial de 'Tiburón' (1975). Erase una vez una mujer desnuda que decidió darse un baño en el mar y fue devorada por un escualo que no consideraba muy correcta semejante infracción al decoro. A Susan, quien era por otra parte también entrenadora de animales, le costó ponerse en situación, y ser lo suficientemente convincente. Hubo que esperar al segundo día, y para ello se recurrió al truco de que no estuviera sobreaviso de cuándo el buceador tiraría de sus piernas. Susan protagonizaría una parodia que realizó el propio Spielberg en la posterior '1941' (1979): en este caso lo que la 'cogía' era el periscopio de un submarino.
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