martes, 10 de febrero de 2015
Red army
¿Por qué 'Red army' (2014), de Gabe Polsky, el documental sobre el equipo más sobresaliente de la historia del hockey sobre hielo, tanto que no se sabía si eran jugadores o bailarines del bolsoi por sus fascinantes coreografías de jugadas, comienza con un gesto de cierta arrogancia de quien fuera su capitán, Slava Fetisov, al interrumpir la entrevista porque está muy ocupado y tiene que atender su móvil?. En 'Foxcatcher', de Bennett Miller, se deja en evidencia cómo el deporte se conjuga con la política y la ideología, los jugadores son símbolos. En ese caso, un millonario financia y propulsa un equipo de lucha, más allá de cuestiones personales de autoafirmación, como emblema de su país. El equipo del ejercito rojo fue todo un símbolo para la instancias políticas de su país, cuando aún existian muros que marcaban separaciones (extremas), guerras frías, amenazas nucleares, y la denominación era otra, aglutinadora de todo un conglomerado de países asimilados o relegados a la condición de satélites, la Unión Soviética. Eran jugadores y eran soldados, sobre todo, patriotas. Aparte, eran bailarines y jugadores de ajedrez en la cancha, pero eso fue aportación del entrenador, Anatol Tarasov, que cultivó, gestó y propulsó, con la inspiración de su creatividad e ingenio, a finales de los setenta, las bases de un equipo que dominaría el panorama internacional en los ochenta, con dos medallas de oro en las Olimpiadas de 1984 y 1988. Pero quien ya era entrenador entonces, y se colgó los parabienes, fue Viktor Tikhonov, no muy apreciado por los jugadores, pero que supo aprovecharse del trabajo realizado, hasta 1975, por Tarasov, despedido por no seguir las directrices del partido, y el talento de los jugadores, por mucho que tomara decisiones incorrectas, como desembarazarse de los veteranos tras la derrota en la final de las Olimpiadas del 1980, frente a Estados Unidos. No fue por él por quien consiguieran tantas victorias y medallas Sino por unos jugadores que creaban espacios con sus jugadas, arquitectos en el vacío, como en el fútbol lo fue Michael Laudrup con sus pases al hueco (el futbol no fue el mismo desde su retirada).
La narración de Red army se propulsa con la intensidad de un partido que mantiene en todo el momento su crescendo álgido, como si la narración fuera todo momento el instante culminante, la jugada decisiva en la que se dirime si se consigue la victoria del partido. Porque de algún modo había muchos partidos en juego, y no sólo en la cancha. Las rivalidades entre jugadores y entrenador, las presiones políticas, los pulsos para conseguir que les permitieran ser fichados por clubs canadienses o estadounidenses, las tensiones con estos cuando se integraron en sus equipos. En esa lid, en ese partido, fue decisiva, para conseguir que se interrumpiera el dictado del gobierno y se les permitiera 'saltar el muro', la insistencia y presión del mejor defensa que tuvo el equipo ruso, Fetisov. Gracias a él, a su ejemplo, otros jugadores también se decidieron a romper con unas directrices o unos patrones. En 1989, dos años de la caída del muro, jugadores rusos empezaron a jugar fuera de sus fronteras. Ya no eran sólo soldados, eran ante todo jugadores que querían decidir por su futuro. Si hay cierta ironía en ese inicio, como en la actitud condescendiente final con los estadounidenses, en el plano final, es porque quien combatió en los terrenos de juego, fuera y dentro de la pista, enfrentándose a los patrones, luego sería nombrado, en el 2002, hasta 2008, ministro de deporte ruso. Cambios de posiciones en los escenarios. En las sombras quedan las diferencias con quien fuera su mejor amigo entonces, quien no le apoyó en sus enfrentamientos con las directrices políticas, pero ahora de nuevo comparten cuando menos posiciones de poder en el terreno de las decisiones de la política deportiva. En sus subterráneos, también resulta fascinante este documental por su mordaz condición de reflejo de las transformaciones del escenario político y económico en las tres últimas décadas.
Este admirable documental se estrena este viernes 13.
No hay comentarios:
Publicar un comentario