jueves, 5 de diciembre de 2013
Dolores Costello, la Diosa de la pantalla silente a quien el maquillaje deterioró su piel
Dolores Costello fue llamada la Diosa de la pantalla silente. En la era del sonoro, su papel más recordado es el anteúltimo que interpretó, la madre en la obra maestra de Orson Welles, 'El cuarto mandamiento' (1942). Su primera aparición creditada fue en 1909, cuando tenía 6 años, interpretando a un hada en una adaptación de 'Sueño de una noche de verano'. En 1926 interpretaría 'The sea beast', de Millard Webb, adaptación de Moby Dick', junto a John Barrymore, con quien se casaría dos años después. Con Barrymore protagonizaría también 'When a man loves' (1927), de Alan Crosland. Con George O'Brien interpretaría 'El arca de Noe' (1928), de Michael Curtiz, para quien trabajó también 'Hearts of exile' (1929). La actriz tendía al ceceo (como su nieta, Drew Barrymore) lo que dificultó su tránsito al sonoro, y dos años de entrenamiento de voz. Aunque en 1931 se retiraría para dedicarse a la familia. Retornaría, tras el divorcio, en 1936, con 'El pequeño lord' (1936), de John Cromwell, retirándose definitivamente en 1943 tras protagonizar 'This is the army' (1943), de Michael Curtiz, junto a Ronald Reagan. En su retiro fue decisivo el daño que sufrió su piel por los efectos del maquillaje que le aplicaron en sus primeros años de actuación, que implicó un temprano deterioro, por lo que viviría en una especie de semiretiro.
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