lunes, 29 de julio de 2013
Rupert Everett, ornamento y agudeza
Tres momentos destacan en la carrera de Rupert Everett. Su revelación como un alumno homosexual en un opresivo colegio inglés, en 'Otro país' (1984), de Marek Kanievska, unto a Colin Firth, que también comenzaba a despuntar. Un papel que había ya interpretado en los escenarios teatrales, junto a Kenneth Brannagh, en 1981. La revelación de su homosexualidad en 1989, que años después ha reconocido fue un error, ya que está convencido de que perjudicó su carrera, por lo que recomendó abiertamente a todos los jóvenes actores que procuraran no salir del armario, sea el país que sea, dada la mojigata mentalidad que sigue siendo la predominante (también reconoció que se prostituyó en sus primeros años para pagar sus estudios). Y en 1997 llegó el reconocimiento de sus cualidades como actor con su (memorable) personaje, precisamente homosexual, de 'La novia de mi mejor amigo' (1997) de P.J Hogan. En los 80 su carrera no acaba de consolidarse pese a participar en alguna notable obra como 'Bailar con un extraño' (1986), de Mike Newell, en la que quedó eclipsado por Miranda Richardson e Ian Holm, en fallidas operaciones de prestigio como 'Crónica de una muerte anunciada' (1987), y en desastres como 'Corazones de fuego' (1987), de Richard Marquand, protagonizada por Bob Dylan. En 1989 se trasladó a Paris, publicó su primera novela, y reconoció abiertamente su homosexualidad. Los papeles escasearon desde entonces, pese a protagonizar la magnífica 'El placer de los extraños' (1990), de Paul Schrader. Protagonizó 'Mi novia es un zombi' (1994), de Michele Soavi, e intepretó personajes secundarios en 'Pret a porter' (1994), de Robert Altman, 'La locura del rey Jorge' (1994), de Nicholas Hytner y Mi colega Dunston' (1994), de Ken Kwapis. La interpretación en la notable comedia de Hogan (pese a que la presencia de Julia Roberts, como suele ser usual, suavice aristas potenciales), propició que consiguiera personajes de más enjundia, y ya no tan decorativos, sino agudos y sagaces, como los de las adaptaciones de obras de Oscar Wilde, 'Un marido ideal' (1999) y 'La importancia de llamarse Ernesto' (2002), ambas de Oliver Parker, o encarnar a Christopher Marlowe en 'Shakespeare enamorado' (1998), de John Madden, Oberon en 'Un sueño de una noche de verano' (1999), de Michael Hoffman, el rey Charles I en 'Matar un rey' (2002, de Mike Barker, o al rey Charles II en 'Belleza robada' (2003), de Richard Eyre. Volvió a colaborar con Marek Kanievska en 'Tercera identidad' (2004). Aunque también participara en producciones como 'Inspector Gadget' (1999), de David Kellog. en la que interpretó, como buen actor inglés, al villano, o junto a su amiga Madonna en 'Algo casi perfecto' (2000), de John Schlesinger. Desde entonces se ha centrado en el teatro, realizando prestaciones secundarias en el cine, e incluso en la televisión (como su siniestro juez y jurado en el segundo episodio de la primera temporada de 'Black mirror), mientras intenta conseguir que se produzca su guión sobre los últimos años de la vida de Oscar Wilde.
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