jueves, 25 de julio de 2013
Alfred Hitchcock, un infante de gesto desafiante
Su infancia fue muy solitaria y muy protegida, agravada por su obsesidad. Una infancia sin mucha historia, hasta que un día, cuando tenía cinco años, su padre le envío a una comisaría con una nota en la que habia escrito que le encerraran durante cinco minutos en una celda como castigo por su mala conducta. No fue precisamente un incentivo para querer ver el mundo que hay afuera, ni para pensar que transmite seguridad (aunque si pensamos en la actitud de su padre, tampoco adentro). Ciertamente, pocos como Alfred Hitchcock han reflexionado sobre las incertidumbres del afuera y las marañas del adentro ( o las incertidumbres y marañas que se dan en el espacio intermedio que conforma lo que se conoce como realidad).
No hay comentarios:
Publicar un comentario