David Lean, durante el rodaje de la excelsa 'Lawrence de Arabia' (1962). ¿Quién o qué era Lawrence, un inglés, un arabe, un héroe, una impostura, un extranjero, un caudillo, un peón, una sombra?¿Era todos y a la vez una interrogante? La pantalla, como el suelo del desierto, se resquebraja. La identidad se emborrona. La mirada no sabe lo que realmente percibe, porque igual sólo existe lo que se quisiera ver. Cuando se percibe que es sólo una pantalla, se evidencia nuestra condición de meras sombras.
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