Si estupenda es la secuencia de ‘Lola Montes’ en que Wisbock (Werner Finck) muestra el retrato que ha realizado de Lola Montes (Martine Carol) a Luís I de Baviera, memorable lo es la secuencia previa en la que e rey elige al pintor que va a realizar ese retrato. El elegido es aquel que suele ser el más lento en elaborar sus pinturas, porque su deseo y anhelo es que Lola permanezca el mayor tiempo posible en la Corte. Dos años duró la relación, de 1846 a 1848, hasta que tuvo lugar la revolución, una de cuyas causas fue el poco aprecio que el pueblo bávaro tenía al hecho de que Lola Montes fuera amante del rey, y aún menos que la nombrara condesa de Landsfeld.
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