lunes, 24 de septiembre de 2012
Wanda Hendrix, fugaz estrella por las torturas del héroe
El fulgor del estrellato de Wanda Hendrix, fue breve. Su papel protagonista con más resonancia fue en 'El príncipe de los zorros' (1949), de Henry King. Ese mismo año parece que le marcó su breve y conflictivo matrimonio con Audie Murphy, héroe de guerra. Este se había quedado prendado de ella al verla en la portada de la revista Coronet, en 1946, consiguió una cita con ella. Tres años después se casaban, pero su matrimonio duró dos meses. Wanda no estaba dispuesta, como exigía Audie, a dejar su carrera de actriz. Y además, llegaron a ser atemorizantes los trances enajenados de Audie, a causa del stress postraumático de guerra, en uno de los cuales le llegó a apuntar con una pistola. Wanda tuvo su primer papel importante en la excelente 'Agente confidencial' (1945), de Herman Shumlin. Protagonizó 'Persecución en la noche' (1947), de Robert Montgomery, 'Capitán Carey' (1950), de Mitchell Leisen o 'Saddle tramp' (1950), de Hugo Fregonese, obras no carentes de interés pero tampoco especialmente remarcables (entre la discreción y algún destello de singularidad o ingenio). Tras el divorcio, le fue dificil encontrar papeles de enjundía, interviniendo, hasta mediados de los 50, en producciones poco destacadas, de Elliot Nugent, Ray Nazaro o Nathan Juran. A partir de entonces, fueron muy esporádicas sus apariciones en cine o televisión.
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