lunes, 23 de julio de 2012
Dean Jagger, los múltiples rostros de la autoridad
Dean Jagger se negó a trabajar con Joseph Losey, cuando fue contratado para protagonizar la producción británica 'Lo desconocido' (1956), porque el cineasta era uno de los que conformaban la lista negra de Hollywood. Losey fue sustituido por Leslie Norman. Irónico, cuando menos, ya que el año anterior Dean Jagger había formado parte, como el alcoholico y pusilánime sheriff, del reparto de una corrosiva alegoría sobre la inflexible y cruel persecución del 'diferente' de la 'Caza de Brujas', 'Conspiración de silencio' (1955), de John Sturges. Detalle que no dice mucho a favor del actor, que en 1972 sería bautizado para integrarse en la Iglesia de Jesucristo y los santos del dia final. Lo que no obsta, obviamente, para reconocerle sus méritos como actor, en una carrera que se extendió desde 1929 a 1987, consitituyéndose en otros de los grandes secundarios del cine estadounidense. Como ejemplo de sus cualidades y variados registros, consíderese el contraste existente entre su personaje del ingenuo brutote, que forma parte del cuarteto de delincuentes evadidos, en 'El correo del infierno' (1951) y el templado y lúcido oficial de 'Almas en la hoguera' (1949), de Henry King, que le reportó el Oscar al mejor actor secundario. Su primer papel de envergadura fue con Hathaway, interpretando al lider de los mormones en 'Brigham Young, hombre de frontera' (1940), que quizá sea de las películas menos sugerentes de este gran cineasta. Al año siguiente, también interpretaría a otro emprendedor, en este caso al que guía la construcción del cableado de la western union que une el oeste con el este del país, en la estupenda 'Espíritu de conquista' (1941), de Fritz Lang. Participó en la excelente 'The north star' (1943), de Lewis Milestone, e intrpretó un personaje más siniestro en 'Perseguido' (1947), de Raoul Walsh, un western gótico que tiene sus muchos admiradores, pero que me resulta tan impostado dramáticamente como espeso. Interpretó a representantes de la ley en la notable 'Ciudad en sombras' (1950), de William Dieterle, la estimable 'Red sundown' (1956), de Jack Arnold o en el desaforado western 'Forty guns' (1957), de Samuel Fuller, y fue el manager del personaje de Jean Simmons en la esplendida 'El fuego y la palabra'. Además, intervino en 'Mi hijo John' (1952), de Leo McCarey, 'La torre de los ambiciosos' (1954), de Robert Wise, 'Private hell 36' (1953), de Joseph H Lewis, 'Navidades blancas' (1954), y 'El barrio contra mí' (1958), ambas de Michael Curtiz, 'Parrish' (1961), de Delmer Daves o 'Zafarrancho en el casino' (1961), de Richard Thorpe. Hasta 1987, su trabajo se centraría especialmente en la televisión, en donde encarnaría, en un episodio, al abuelo del protagonista de 'Kung Fu', sobre todo en las dos últimas décadas, con excepciones como una de las obnas más estimulantes de John Huston, 'La carta del Kremlin' (1970), o 'Punto límite cero' (1971), de Richard C Sarafian.
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