Glenn Ford, el perro y el regalo de una sonrisa

Glenn Ford y el regalo de una sonrisa.
Esa que no debieron sentir los que decidieron matar ( o eufemisticamente, 'eliminar') a todos los perros callejeros en Ucrania para que las ciudades estén pertinentemente presentables para la celebración de la Eurocopa. Otro ejemplo de la mezquindad y falta de escrúpulos sin límites de la especie humana, que me recuerda una 'grata' experiencia con unos vecinos que querían crear un jardín con rimbomantes estatuas en un patio interior(aunque no lo miraran nunca), lo que implicaba 'eliminar' a todos los habitantes gatunos. Mi resistencia no fue fructífera, dada mi soledad en la protesta, sufriendo las arrogantes y despectivas risas de los machotes al verme intentar rescatar una asustada cría para meterla en el agujero donde estaba su madre y sus hermanitos.