martes, 8 de mayo de 2012

Gladys Brockwell, la fatalidad de una pizca de polvo

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Gladys Brockwell logró superar con éxito el paso al sonoro, tras lidiar con las exigencias de unos Estudios remisos a darle papeles estelares, por su edad, ya superando los 30, restringiéndole en papeles de 'carácter', pero no contó con que una pizca de polvo en un ojo ajeno tendría consecuencias fatales para su vida. Gladys habia coprotagonizado junto a Lon Chaney 'El jorobado de Nottre Dame' (1922), de Wallace Worsley, así como en 'Oliver Twist' (1922), de Frank Lloyd, como Nancy Sikes. Pero ninguna de las principales estrellas de esa era superaba los 30, viendose relegada a papeles secundarios. Pero, por otra parte, sus interpretaciones no dejaron de recibir parabienes, como su papel de Nana haciendo la vida imposible al de Janet Gaynor en 'El séptimo cielo' (1927), de Frank Borzage. Protagonizó su primera película hablada, 'Lights of New York' (1928), de Bryan Foy, siendo un éxito. Dos meses antes de que se estrenara la última plícula que había rodado, 'The Drake case' (1929), de Edward Laemmle, se vio involucrada en un fatal accidente, quedando aplastada bajo el vehículo, aunque fallecería dos días después por una peritonitis, tras cuatro transfusiones de sangre. El conductor del coche, su amigo, Thomas Brennan, declaró que una pizca de polvo le había cegado temporalmente los ojos, no pudiendo evitar que el coche se precipitara 23 metros abajo por un terraplén.

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