martes, 10 de abril de 2012

Plácidas pausas de rodaje: Jonathan Pryce

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Jonathan Pryce, Mr. Dark, el inquietante propietario del siniestro circo que llega en la noche, en la excelente 'El carnaval de las tinieblas' (Something wicked the way comes, 1983), de Jack Clayton, y que concede, cual entidad mefistofélica, aquellos deseos que suplan y corrijan las carencias, ya sea recuperar una pierna, o la juventud, o al hijo que no se ha tenido ( y el lugar donde se realiza la transformación es un tiovivo). Una fascinante fábula, que adapta una obra de Ray Bradbury, que se convierte en un sombrío trayecto, plagado de imágenes turbadoras, desde esa habitación de Will, el niño protagonista, infestada de tarántulas hasta ese inquietante desfile del circo por las calles del pueblo, y, sobre todo, cómo se altera la percepción de la normalidad, el hábito quebrado la transformación de aquellos que se conocía en su nueva condición.Las carencias pueden crear feroces monstruos en el fantasmal espejo nuestra mente, y la fuerza se consigue cuando asumimos nuestras frágiles condiciones.

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