Vittorio Gassman, Alberto Sordi, Silvana Mangano y Dino de Laurentis durante el rodaje de la magistral 'La gran guerra' (La grande guerra, 1959).Monicelli traza con mano maestra una obra en la que confluyen el drama y la comedia, el apunte lírico o el absurdo, a veces en la misma secuencia, e incluso en el mismo plano, con modélico equilibrio. Porque el horror también es grotesco. Ya la afilada causticidad está en su mismo título, porque de grande tiene poco.
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