martes, 24 de abril de 2012
En rodaje: John Frankenheimer. La elevada mirada de exilio
John Frankenheimer, la mirada en las elevaciones de la lucidez (que deriva en exilio), durante el rodaje de la admirable 'El tren' (The train, 1964). '“En un determinado momento empecé a decir que no a Norteamérica, a ese tipo de sociedad americana conformista hasta la repugnancia, antisemita, antinegros, contraria a todo aquello que no es la whitehouse conformity, el conformismo de los zapatos blancos, el conformismo de los ricos burgueses protestantes que tiene en sus manos las riendas del poder”. El dilema que palpita en 'El tren' es claro. ¿Valen igual las vidas humanas que unas obras de arte, y más cuando estas, se convierten en emblema de un tesoro nacional, en representación de una identidad patria?.La fotografía parece esculpida en un severo blanco y negro que dota de esa textura que parece apresar a los personajes en una 'representación' que es una prisión, marcada por un sesgado fatalismo, como por una determinación que parece ciega. Las imágenes finales alternando planos de las pinturas y de los cadáveres de los sacrificados es el remate elocuente de una obra ejemplar en su modulación narrativa y seca como un fustigazo en su rasgón de un tenebroso y doliente dilema, donde el escenario se superpone a la vida.
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