lunes, 16 de abril de 2012
Carter Burwell - Mildred Pierce - Decepciones , traiciones y reinicios
La banda sonora de Carter Burwell es una de las múltiples excelencias de 'Mildred Pierce' (2011), la miniserie, compuesta por cinco capítulos, dirigida por Todd Haynes, que, de entrada, resulta mucho más sugestiva que la envarada adaptación de la novela de James M Cain que realizó en 1945 Michael Curtiz, 'Alma en suplicio' (Mildred Pierce), como también me parecen más atinadas Kate Winslet y Evan Raquel Wood, en los papeles de madre ehija, que Joan Crawford y Ann Blyth. Particularmente fabuloso es el quinto y último episodio, el más extenso. Un trayecto de ascensión, para Mildred (Winslet), casi al borde del extasis, que vibra con la celebración de lo sublime, a través de la música (en exquisita realización de la esencia del melodrama, lágrima y música), reflejo del éxito como cantante de su hija Veda (Wood), para caer, a continuación, del modo más estrepitoso, y más cruel, en todos los frentes, en la decepción, por las heridas inflingidas por quienes le rodeaban, desde aquel que le apoyó en principio, años atrás,cuando Mildred montó su empresa de restaurantes, Wally (James Le Gross), ahora implacable voz de los socios que la presionan para que mejore la gestión realizada si no quiere quedarse sin nada, el hombre que creía amaba, Monty (Guy Pearce), con quien se había casado, y su hija Veda, a los que descubre como amantes, ambos mostrándole, del modo más cruel, tanto su resentimiento como desprecio. No, no hay música en las emociones prosaicas lejos de los cielos. Resulta irónico que el que ahora realmente le apoye sea su ex marido Bert (Brian F Byrne) quien años atrás le dejó en la intemperie de la vida, teniendo que realizar un reinicio, 'rebajándose' a trabajar de camarera para sobrevivir, hasta que, con determinación, logró, tras superar primero su orgullo, superó la precariedad y fue capaz, emprendedora, de montar su propio negoco de la nada. Tras ese trayecto de penalidades y perseverancia, de ascensión en la vida,desde la nada, con la paradójica la entrega a una hija, por la que se desvivió (incluso sacrificando su estabilidad material), que la 'desangró', ahora se encuentra ante un nuevo reinicio, ante el que será capaz de crear una nueva vida, con nuevos cómplices o colaboradores, aunque no dejará de estar expuesta ni a nuevas traiciones ni a otras decepciones.
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