Claude Sautet, Emmanuelle Beart y Michel Serrault, durante el rodaje de
Nelly y el señor Arnaud (Nelly et monsieur Arnaud, 1995), un ejemplo brillante del sutil arte de este cineasta, a través de la minuciosa observación y plasmación de las conductas de los personajes enfrentadas a sus actitudes e intenciones: lo intencional desestabilizado por lo no-intencional. La relación entre ambos se establece sobre la ambigüedad, que no es sino indefinición e indecisión. Está dominada por oscuridad, por cuanto están enturbiadas y enmarañadas, en la representación y la apariencia, en el fingimiento y la reserva, la contención y el cálculo.
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