Plácidas pausas de rodaje: Fritz Lang

Fritiz Lang disfruta de un café durante una pausa de rodaje de una de sus películasmenos conocidas,y no por ello menos excelente,'House by the river' (1950). Posee una de las atmósferas más turbias y emponzoñadas de su filmografía, y, probablemente, al protagonista más antipático y abyecto.Tampoco están ausentes de la obra las cargas de profundidad sobre la mezquindad de la 'masa' ( como venía reflejando en sus producciones norteamericanas desde la primera que realizó ahí,'Furia').Hay que destacar la labor fotográfica de Edward Cronjager ( quien había realizado la excelente fotografía en color de 'Espíritu de conquista') de pregnantes sombras, que logran que el espacio, en especial esa casa, parezca otro personaje, vivo, una prolongación, en suma, de la mente del propio protagonista.