jueves, 2 de febrero de 2012

La casa encantada - Imágenes de un rodaje

Photobucket
Photobucket
Photobucket
Photobucket
Robert Wise, Julie Harris, Claire Bloom y Russ Tamblyn en varios momentos del rodaje de 'La casa encantada' (The haunting, 1963) Quizá la obra cumbre en este subgénero de las casas encantadas habitadas por posibles fantasmas, junto a '¡Suspense!' (The innocents, 1961), de Jack Clayton. Permanece en un terreno siempre difuso si 'habita' una fuerza sobrenatural esta casa, si todo es cuestión de la ofuscación de la percepción de los personajes que, provisionalmente, residen en ella, en especial Eleanor, o si existe una singular interacción, o conexión, entre la casa y la 'proyectiva' mente de quien la habita, dependiente la primera de la segunda para 'manifestarse'. Una forma de poner de manifiesto las principales virtudes de 'La casa encantada', su forma de trabajar el espacio, el decorado, y su capacidad de crear una perturbadora atmósfera a través de la sugerencia (el fuera de campo de lo que no se ve, el fuera de campo de la mente) es contrastándola con la penosa versión realizada por Jan de Bont en 1999, con 'La guarida'. Wise opta por la sutileza, creando, o 'cargando', esta tensión entre personajes y casa, a través de la presencia de esculturas en el encuadre, o arrebujados en los que uno sabe si ha distinguido unos ojos que le observan o es una mera ilusión optica. En suma, dotando de una permanente inestabilidad la relación entre habitantes y espacio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario