Richard Fleischer, Tony Curtis y Richard H Kline ( Director de fotografía), durante el rodaje de 'El estrangulador de Boston' (The Boston strangler, 1968). Una implacable disección de una sociedad enquistada y cuyos espejos están resquebrabajados aunque se crean limpidamente diseñados. La pantalla de la realidad es como una mente escindida. Ambas ignoran su condición trastornada. La primera estigmatiza a los diferentes, a los que no encajan en el catalogo de valor de imagen social, y son calificados sus comportamientos como desviados.
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