sábado, 3 de diciembre de 2011
Plácidas pausas de rodaje: Harry Carey, Beulah Bondi y James Barton. Carey t Wayne, el gesto de homenaje a una herencia
Harry Carey (padre de Harry Carey jr, luego recurrente presencia secundaria en el cine de John Ford, como lo fue su padre, como protagonista, en la era muda, como una de las primeras estrellas del western; aunque en 1939, con Capra, crearía el memorable presidente del senado en 'Caballero sin espada), Beulah Bondi (inolvidable como la madre en 'Dejad paso al mañana' de Leo McCarey) y James Barton ríen durante una pausa de rodaje de 'El pastor de las colinas' (The shepherd of the hills, 1941), de Henry Hathaway, un singular y bello western gótico, por el empleo de la luz, o por detalles como esa mansión aislada mansión aislada sobre la que pesa una 'maldición', que ha emponzoñado al hijo de la fallecida, Matt (John Wayne), ya que la achaca al padre (Carey) que les abandonó, y espera el momento, aunque no lo anhele, de matarle algún día. Una obra de cautivadora y radiante armonía, que refrenda como en ciertas obras el cine de Hathaway transitaba senderos cercanos a los de John Ford, por ejemplo en su equilibrada conjugación de tonos, entre la comedia y el drama, entre lo siniestro y lo solar; o su enfoque sobre las comunidades en el conflicto entre progreso y tradición. Años después, en su homenaje, John Wayne se agarraba el codo derecho con la mano izquierda en la escena final de Centauros del desierto, imitando una postura habitual de Carey en sus películas.
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