Hay cineastas dotados para captar lo intangible, llamemósle por ello misterio, como Kieslowski y Malick. Otro enlace entre ambos es Zbigniew Preisner. Una de sus piezas más sublimes es esta para 'La doble vida de Verónica' (1991). Esa capacidad de hacer visible lo prodigioso a través de un mero gesto o acción les une, por eso evoque esta excepcional obra, o 'Rojo', cuando disfrutaba del asombro con 'El árbol de la vida' ( y más aún cuando suena su cósmica 'Lacrimosa').
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