Bella composición de Clint Eastwood para su excelente 'Poder absoluto' (1997), todo un homenaje a su hija,verdadera, que aparece en la primera secuencia, en el museo, a través de su hija ficticia ( encarnada por la estupenda Laura Linney), como la reconciliación con esta, la restitución de su imagen ante ella, se entrelaza con el descubrimiento de la entraña corrupta del poder, encarnado en el presidente del pais, quien utiliza la imagen para desvirtuar una realidad a su conveniencia.
¡Magistral! tanto la música como la película. Ya sabes mi debilidad por Clint ;-)
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