Fabulosa la banda sonora de Jerry Goldsmith para 'Los demonios de la noche' (Ghost and the darkness, 1996), probablemente lo más aceptable que ha realizado el estridentemente anodino Stephen Hopkins ( en especial, engendros dificilmente superables como la quinta de la serie de Pesadilla en Elm street o 'Perdidos en el espacio').Aquí no tendió tanto a sus espasmódicos juegos de montaje que cortocircuitaron el interés potencial de'Bajo sospecha' (2000).
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