jueves, 20 de octubre de 2011
En rodaje: Carl Dreyer, Karl Freund y Nora Gregor
Carl Dreyer y Karl Freund (director de fotografía) con la actriz Nora Gregor, durante el rodaje de la portentosa 'Mikael' (1924), de Dreyer. 'Puedo morir en paz, he vivido un gran amor'. Es el epígrafe que abre esta bella obra. Pero cuando la escuchamos, en las secuencias finales, de boca de su protagonista, el pintor y escultor Claude (Benjamin Christensen), en los momentos previos de su muerte,sabemos que ese gran amor ha sido una ilusión que ha vivido él, como plenitud de sentir, pero contrapunteada por la decepción, la no correspondencia entre la figura idealizada, Mikael (Walter Slezak), y su realidad. Mikael es una representación de ese absoluto,en el Arte y en el Amor: es el modelo de sus obras y es el depositario de ese sentimiento amoroso, un sentimiento que mantiene su llama de inspiración para crear y para sentir que vive lo más elevado. Una obra que conjuga con sublime armonía los espacios de la mente, de la representación, del sentimiento, con el espacio fílmico como su transposición. Ese admirable trabajo con los espacios,con los decorados, se debe a la colaboración del arquitecto Hugo Haring, la única que realizó en el cine.
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