domingo, 25 de septiembre de 2011

Lynch y Hurt: La máscara y la carne. El hombre elefante

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David Lynch y John Hurt, sin el maquillaje que le caracterizaba como John Merrick y ya maquillado, en varios momentos del rodaje de la prodigiosa 'El hombre elefante' (1980). El rostro, la máscara, el maquillaje y la carne, la deformidad. El deforme cuerpo de Merrick es la quintaesencia de nuestra fragilidad expuesta, amplificada porque su sensibilidad es la de la sensibilidad no mancillada, sino aún pura, la mirada el asombro de un niño, sn doblez ni mezquindad, que es capaz de disfrutar con la ilusión, de construir ilusión ( como esos castillos que él mismo diseña como replica de la cúpula de St. Philips: es capaz de imaginar cómo es el edificio sólo viendo esa pequeña parte). Es el cuerpo, la sensibilidad, aún no mancillada por el desnaturalizado y degradante teatro de las relaciones, de (la deformidad) de los intereses mezquinos que ven en los demás una representación, una convenciencia.

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