sábado, 24 de septiembre de 2011
Las distancias de los afectos: Wayne, Gray, Clift y Dru en Río Rojo
Coleen Gray, John Wayne, Montgomery Clift y Joanne Dru en una hermosas imágenes promocionales de 'Río Rojo' (1948), de Howard Hawks. Hay distancias que no sólo son las cruzas y salvas cuando recorres llanuras y colinas. Hay direcciones que no sólo son las que eliges para alcanzar antes el destino. Hay traslados en el espacio que también te pueden trasladar en el tiempo, aunque sea a través de las figuras de otros, en los que te ves en lo que fuiste o pudiste haber sido, y que puede influir en tu desplazamiento presente, el cual lo has hecho inmovilismo, porque las direcciones que determinas son como las del ganado que marcas, son las de tu voluntad. Y las distancias son las que te separan de quienes tienes, y crees sentir próximos, pero alejas de ti en tu ciega obcecación por afirmar tu voluntad, que algo tiene de haberte convertido en parte en espectro por lo que perdiste en el pasado, o de lo que crees que no supiste rescatar. Encontrarte con su réplica presente en otros, servirá para recobrar la consciencia de que las mayores distancias que se crean son las que tienen que ver con el espacio interior de los afectos.
Santo Cielo! He tenido que leerlo tres veces para coger el hilo. No sé, debo estar algo espeso. Has engalanado hasta el paroxismo el eje argumental de "RÏO ROJO" que a mi modo de ver gira en torno al choque de caracteres y modos de entender opuestos, que representan los personajes del endurecido y fascistón ganadero Dunson y el joven e impulsivo Matt. Pese a lo cual, no resulta en absoluto maniqueo porque el director supo mostrar de manera magistral y sin artificios las diferentes aristas de cada uno. En cualquier caso, no me canso de revisitar este western enérgico y bellísimo en la dureza y fisicidad de sus imágenes que lo convierten en uno de esos títulos a los que siempre acudimos cuando queremos definir la grandeza de este género, el más cinematográfico.
ResponderEliminarNo, no es que andes espeso, es que he buscado como se dice tres pies al gato, o dejarme llevar por cierta vena literaria, llevada al paroxismo, como bien señalas, en buscar correspondencias con su substrato reflexivo ( o el que creo apreciar,o el que me sugiere e inspira). Pero tú la has definido con notoria precisión. Y suscribo tus palabras con respecto a esta gema cinematográfica.
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