martes, 13 de septiembre de 2011

En rodaje: Ernst Lubitsch, Fredric March, Miriam Hopkins y Gary Cooper. Una mujer para dos. Interrogantes, sentimientos y modelos de vida.

Photobucket
Ernst Lubitsch, Fredric March, Miriam Hopkins y Gary Cooper en el set de rodaje de la deliciosa e ingeniosamente irreverente, 'Una mujer para dos' (Design for living, 1932). La interrogante primera es ¿cómo conjugar los deseos y sentimientos con los modelos, convenciones o diseños (morales ) de vida? Si te sientes atraída por dos hombres, ¿Qué haces?, ¿Elegir a uno, o a ninguno, si además son amigos, para no trastornar su amistad ( y a tí misma)? ¿Eliges una vía intermedia cómoda, sin conflictos ni interrogantes ni dudas, casarte con alguien por el que no sientes nada especial más allá de un aprecio afectuoso, y que te va a tratar como una reina ( que se sentirá un tanto sola en su altar o trono)? ¿O quizás, la opción menos convencional, si las partes están e acuerdo, y es no tener que elegir, y quedarte con los dos? Todas están preguntas, y algunas otras más, las plantea con sumo y jubiloso ingenio Lubitsch. Las respuestas, algunas dichas de forma más clara y rotunda ( las que implican renuncia), otras, las más irreverentes con las convenciones, insinuadas traviesamente (en forma de caramelo de interrogante)...

No hay comentarios:

Publicar un comentario