Federico Fellini y Donald Sutherland en varios momentos del rodaje de la magistral 'Casanova' (1975), que puede verse como un irreverente y desenmascarador retrato del icono del gran amante por antonomasia, del macho conquistador, el presunto modelo a emular, aquel que busca saciar su apetito con cualquier mujer a la que aspire. ¿Es un epicúreo hedonista, un ave de presa (apuntalado en los rapaces rasgos del actor la citada ave mecánica) o un narcisista gimnasta? Sus actos amorosos son meras flexiones gimnásticas.
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