Irene Dunne, una de las más grandes actrices que ha dado el cine estadounidense ( y no lo suficientemente reconocida), leyendo el libro 'Sin palabras' durante una pausa de rodaje de 'La usurpadora' (Back street, 1932),de John M Stahl. A Irene no le gustaba las malaas maneras con las que este trataba a los actores secundarios o extras. Ella misma reconoce que fue durante este rodaje cuando decidió que no se dejaría llevar más por la intemperancia, tras que en un arrebato de rabia lanzó uno de sus cepillos del pelo que se estrelló contra un espejo (rompiéndolo en pedazos), cuando había a su lado una chica a la que podía haber dejado ciega, como consecuencia de su furibunda inconsciencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario