miércoles, 31 de agosto de 2011
Plácidas pausas de rodaje: Douglas Sirk, Jane Wyman y Rock Hudson
La presión del estigma, de ser 'señalada/o', la marca de la verguenza por 'marcar' diferencia, por no ajustarte a la (hipócrita) tiranía de la convención, de la buena ('correcta') imagen/(re)presentación, por no (querer) ser uno/a más. Douglas Sirk, Jane Wyman y Rock Hudson en una pausa de rodaje de la hermosa y disidente 'Sólo el cielo lo sabe' (1955). Un amor que lucha contra los estigmas de la 'corrección', el sentimiento enfrentado a la imagen. No hay secuencia más elocuente, y desoladora, que aquella en la que Cary, que ha cedido a la presión de su familia y amistades, conformándose con el regalo, por parte de su hijo, de un televisor (simulacro sustitutivo de unas carencias), se ve reflejada en la pantalla apagada de éste. Resuena la voz del vendedor: ‘Comedia, drama…¡la aventura de la vida al alcance de la mano!. Es una más, o así quieren que sea quienes la rodean, atrapada en ese ámbar de vida de delegación, de simulacro. No se puede pretender salirse de las directrices de los componentes de la manada, porque sino hará sentir a estos conscientes de su falsedad y de sus carencias.
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