Rod Taylor, rudo y comediante

El actor australiano Robert Taylor llegó a la conclusión de que para hacer carrera en su profesión no podía usar el mismo nombre que un célebre galán estadounidense, y lo convirtió en Rodney Taylor, y ya definitivamente, en Rod Taylor. Tras interpretar secundarios papeles en obras como 'Gigante' (1956), de George Stevens, 'El árbol de la vida' (1957), de Edward Dmytryk o 'Mesas separadas' (1958), de Delbert Mann, este actor, un tanto subvalorado, pero dotado tanto para el drama como lo comedia, encontró su trampolín interpretando al protagonista de 'El mundo en sus manos' (1960), de George Pal, y se mantuvo en primera línea del estrellato durante esta década, protagonizando 'Los pájaros' (1963), de Alfred Hitchcock, 'Chuka' (1967), de Gordon Douglas, '36 horas' (1965), de George Seaton, 'Una sirena sospechosa' (1966), de Frank Tashlin, 'Hotel internacional' (1963), de Anthony Asquith, 'Intriga en el gran hotel' (1967), de Richard Quine, o sus tres colaboraciones con Jack Cardiff, 'El soñador rebelde' (1965), 'El liquidador' (1966) y 'Último tren a Katanga' (1968). Su carrera empezería a declinar entrada la década de los 70, tras participar en 'Zabriskie point' (1970), de Michelangelo Antonioni, protagonizar 'Más oscuro que el ámbar' (1970) de Robert Clouse, probar suerte como villano en 'Con furia en la sangre' (1973), de Barry Shear, western con guión de Samuel Fuller, y coprotagonizar junto a John Wayne otro western, 'Ladrones de trenes' (1973), de Burt Kennedy.Como curiosidad, no fue aceptado para ser coprotagonista de 'Operación dragón' (1973), de Robert Clouse, por ser demasiado alto para Bruce Lee. No ha interpretado obras destacadas en las siguientes décadas, entre la televisión y el cine, trabajando en España, para Miguel Hermoso en 'Marbella, un golpe de cinco estrellas' (1985). Su última aparición ha sido en 'Malditos bastardos' (200), de Quentin Tarantino, interpretando a Churchill ( Precisamente, Tarantino mostró a sus actores como referente 'Último tren a Katanga'; pero parece que no había aprendido mucho de ésta porque no pueden ser más opuestas en mirada).