martes, 10 de mayo de 2011
Genevieve Bujold, fascinación canadiense
La excelente actriz canadiense Genevieve Bujold despuntó con un secundario personaje en la notable 'La guerra ha terminado' (1966), de Alain Resnais, y alcanzó notorio reconocimiento (además de premios y nominaciones) como Ana Bolena en 'Ana de los 1000 días', (1969), de Charles Jarrot. Lo que parecía su rampa de lanzamiento hacia el éxito sufrió un impasse debido a su 'colisión' ( o disparidad de criterios) con los jerifaltes de la Universal, hasta que en 1974 fue parte del casting de celebridades de la soporífera 'Terremoto', de Jack Smith. Durante el resto de la década brilló en 'Fascinación' (1976), de Brian De Palma, 'Coma' (1978), de Michael Crichton, y en su fugaz pero antológica intervención, reclusa en un manicomio, en la muy sugerente 'Asesinato por decreto' (1978). Pero en la década siguiente creó sus personajes ( o interpretaciones) más memorables. Como la locutora de radio en 'Elígeme' (1984), una de las más estimables obras del hoy muy olvidado Alan Rudolph, la instructora de un programa de previsión de violaciones en la esplendida 'En la cuerda floja' (1984), de Richard Tuggle y la actriz de la magnífica y turbadora 'Inseparables' (1988), de David Cronenberg. Con Rudolph reincidiría en la irregular 'Inquietudes' (1985) y la insipida 'Los modernos' (1988). A partir de los 90 su presencia en la pantalla ha sido muy intermitente, protagonizando obras como 'Mi amiga Max' (1994), de Guy Fournier u 'Ojos que te acechan' (1999), de Stephen Elliot.
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